Hablar de la maternidad a menudo trae a la mente imágenes de alegría, amor y momentos preciosos. Pero, en el mundo real, la maternidad también puede estar llena de desafíos, y uno de los que he enfrentado personalmente es el trastorno de ansiedad generalizada.

Soy mamá, pero también soy una mujer que lucha contra la ansiedad. Mi viaje con este trastorno comenzó mucho antes de que me convirtiera en mamá, pero la maternidad definitivamente ha añadido capas adicionales a esta lucha. 

Ha sido un camino lleno de altibajos, de momentos de profunda preocupación y de épocas de paz relativa.

A veces, la ansiedad se manifiesta en los momentos más inesperados: el temor inexplicable de que algo malo le suceda a mi hijo, la preocupación constante por si estoy haciendo lo correcto, o el miedo a enfrentar una rutina diaria.

Estos sentimientos pueden ser abrumadores y, a veces, se siente como si estuviera en una montaña rusa emocional que nunca se detiene.

Pero, he aprendido a lo largo de los años que no estoy sola en esto. Muchas madres luchan con la ansiedad, aunque no siempre hablemos de ello. 

La presión para ser una “mamá perfecta” puede hacer que sea difícil admitir que estamos luchando. Pero, quiero usar mi voz para cambiar eso. 

Necesitamos más diálogo y menos estigma en torno a la salud mental y la maternidad.

Fue a partir de esta lucha personal que decidí crear “Mamás Dementes”. Quería un espacio donde las madres pudieran hablar abiertamente sobre sus desafíos, compartir sus triunfos y fracasos, y sentirse apoyadas.

Donde la ansiedad y otros aspectos de la salud mental no sean tabú, sino parte de la conversación.

Así que, aquí estoy, compartiendo mi historia. No siempre es fácil, y hay días en los que la ansiedad parece ganar. Pero también hay momentos de triunfo, momentos en los que puedo mirar a mi ansiedad a la cara y decir: “No, no hoy”.

A lo largo de mi viaje, he encontrado recursos y estrategias que me han ayudado. La terapia, el ejercicio, la meditación y la conexión con otras mamás han sido invaluables para mi salud mental. 

Y sí, hay días en que estos no parecen suficientes, pero esos son los días en que me recuerdo a mí misma que está bien no estar bien todo el tiempo.

Además de estas estrategias, también he aprendido a apreciar los pequeños momentos de paz y alegría en medio de la lucha.

Las risas de mi hijo, los abrazos apretados, las charlas profundas con otras madres que están pasando por lo mismo, han sido faros de luz en los días oscuros. Me han enseñado que incluso en medio de la ansiedad, hay espacio para el amor, la felicidad y la gratitud.

Mi viaje con el trastorno de ansiedad generalizada no define mi maternidad, pero es una parte de ella. 

Y mientras navego por este camino, estoy decidida a usar “Mamás Dementes” como una plataforma para hablar abiertamente sobre estos desafíos. Porque la maternidad no es solo los momentos de alegría, también es los momentos difíciles. Y al hablar de estos, podemos apoyarnos mutuamente y recordar que no estamos solas.

Fer V Tajani
Author: Fer V Tajani

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